2.- Un tiempo más tarde, al retornar a Bolivia desde Colombia me quedo en La Paz por un tiempo…

Un tiempo más tarde, al retornar a Bolivia desde Colombia me quedo en La Paz por un tiempo y desde La Paz con mis amigos del club Escorpio –estaban de moda en aquella oportunidad los clubes que organizaban los jóvenes por barrios– de por medio, conocí a una muchacha que me invitó ir hacia Colquiri, era la oportunidad de cubrir mi obsesión de ir a conocer las minas. Entonces, de esa manera antes de Siglo XX yo primero trabajé en Colquiri como perquiñero. Luego de Colquiri voy hacia mina Matilde. En mina Matilde llegué a ser perforista de interior mina y posteriormente, después de retirarme, conozco a un personaje conocido también por Carlos Soria al que le decían el Pato Gómez, el pato fue el que me hizo el enganche, en realidad se podría decir que él me reclutó a la juventud comunista.

En la juventud comunista pertenecí al círculo que se organizó por la zona de la avenida Buenos Aires y el puente Abaroa, el círculo se llamaba Lenin 100 en homenaje al centenario de Lenin el año 1971. De esa manera es que con esta gente yo logro después irme a las minas y volver otra vez a encontrarme con ellos y posteriormente ser parte de la juventud comunista. De esa manera conozco a Carlos Soria que por entonces era el primer secretario de la juventud comunista. Rápidamente se produce el golpe de estado de Banzer que derroca al presidente general Juan José Torres. Me toca participar –ya como militante de la juventud comunista– en la resistencia de los trabajadores y del pueblo paceño al golpe militar. De esa manera caigo herido por la zona de la avenida Buenos Aires.

Luego de recuperarme y pasar algún curso de formación política vuelvo otra vez a Bolivia y en Bolivia ya de más cerca trabajando en la clandestinidad con Carlos Soria y con otros compañeros que eran parte de la Dirección Regional primero de la juventud comunista, el de La Paz y al mismo tiempo vinculado a la dirección nacional a la que capitaneaba Carlos Soria. De esa manera y trabajando clandestinamente, luchando desde la clandestinidad contra la dictadura de Banzer primero Carlos Soria es el que se marcha hacia Siglo XX. A mí me daban ganas de volver otra vez a la mina, en este caso a Siglo XX, además porque pasaba en ese momento por una decepción amorosa y quería salir de la ciudad de La Paz a como de lugar y por supuesto quería volver otra vez a la mina.

Es de esa manera que me voy a Siglo XX y a trabajar al lado de Carlos Soria, primero en Radio 21 de diciembre ayudando en lo que era radioteatros, en las cosas que se podían hacer desde la emisora. Recuerdo que se hizo una radionovela que no recuerdo el título en este momento, en Radio 21 de diciembre y alguno de nosotros participamos como actores. ¿Qué me impresiona de las minas?, de manera fundamental Colquiri, –empiezo por la primera mina que conocí–. Lo que me impresiona es la miseria en que se vive, la forma en que están organizadas las casas, donde no hay no hay pavimento, donde no existe alcantarillado. Una de las cosas que más me impresionó fue el tener que hacer las necesidades biológicas lado a lado sobre rieles, en una fosa, esto en Siglo XX. Ya había visto, ya había pasado por La Paz en los baños públicos de los mercados, pero por lo menos en esos baños tenían divisiones de un baño al otro, en las minas eso no sucedía sino que era una fosa con rieles cruzado y sobre los rieles había que sentarse a hacer las necesidades biológicas, lado a lado, con algún acompañante que estaba en la misma situación. Esa es una de las cosas que más me impresiona, pero también me impresiona la capacidad de oratoria que tienen los diferentes trabajadores. Cuando participaba e iba a escuchar en la asamblea, en Colquiri las asambleas eran en el coliseo, entonces ahí me impresionaba bastante la forma de hablar de los trabajadores que planteaban sus necesidades y luchaban por un mañana mejor, por mejores condiciones de vida, pero al mismo tiempo se hablaba de la revolución, se hablaba mucho del socialismo, etc. Estas son las dos cosas que más me impresionan: la forma de vida y la capacidad de oratoria que tenían los diferentes trabajadores de distintas secciones de la empresa.